Alone again or, Love
"You know that I could be in love with almost everyone
I think that people are the greatest fun
And I will be alone again tonight my dear"
"You know that I could be in love with almost everyone
I think that people are the greatest fun
And I will be alone again tonight my dear"
Info sobre Emil Nolde aquí.
"Silencio, que están durmiendo los nardos y las azucenas,
no quiero que sepan mis penas, porque si me ven llorando morirán".
A punto estuvo de tomar el tren de las siete. Nadie lo supo, pero vaciló hasta las 18:40. Finalmente se quedó. Se mentalizó de que la noche iba a ser larga, y lo fue al principio, después ya no. Hasta que se acordó de él. ¿Qué demonios hacía a las cinco de la mañana bailando con una rosa en la mano? Se volteó y empezó a mirar, nadie le convencía: ni los chicos amorosos tipo lapa, ni los cabrones, ni los pasotas, ni siquiera el de los polvos. Cerró los ojos y se imaginó escuchándole recitar. “Te he visto a ti también, como las palomas, enardeciéndote cuando yo estoy tranquilo. ¿Es que tu sangre y la mía se encienden a diferentes horas?”.
Quiero emborrachar mi corazón
para olvidar un loco amor
que más que amor es un sufrir...
Y aquí vengo para eso,
a borrar antiguos besos
en los besos de otras bocas.
Si su amor fue flor de un día,
por que causa es siempre mía
esta cruel preocupación.
Quiero, por los dos, mi copa alzar
para olvidar mi obstinación,
y más la vuelvo a recordar.
Nostalgias
de escuchar su risa loca
y sentir junto a mi boca
como un fuego su respiración...
Angustias
de sentirme abandonado
y sentir que otro a su lado
pronto, pronto, le hablara de amor...
Hermano,
yo no quiero rebajarme
ni pedirle ni rogarle
ni decirle que no puedo más vivir.
Desde mi triste soledad
veré caer las rosas muertas
de mi juventud.
Gime, bandoneón, tu tango gris
quizás a ti te hiera igual
algún amor sentimental...
Llora mi alma de fantoche
sola y triste en esta noche,
noche negra y sin estrellas.
Si las copas traen consuelo,
aquí estoy con mi desvelo
para ahogarlo de una vez.
Quiero emborrachar al corazón
para después poder brindar
por los fracasos del amor.
“Más que el erotismo, del que fue en su época como una suerte de heraldo, y de ahí también su fama en vida en una Viena que inventaba el art nouveau y el psicoanálisis, lo que en estos tiempos de fácil pornografía nos interesa es la evidente pero azarosa tensión entre erotismo y espiritualidad que se desprende de todos y cada uno de sus desnudos. Igual que la flacura, el hambre, la desesperada osamenta que sostiene a sus personajes más en la esquina que en el centro de sus cuadros.”
“Sus cuadros no quieren mostrar algo universal y exportable sino un momento. O si se prefiere, la verdad del momento efímero de alguien en particular. Y a menudo alguien que no se encuentra cómodo, ni siquiera centrado, sino en las esquinas del cuadro. “
El artículo completo aquí
Casi nunca hacía la siesta. Hoy, sin embargo, se encontraba tan decaída que intentó probar suerte para ver si el sueño le devolvía la agilidad a sus músculos y el sosiego a su interior. Optó por ponerse en posición fetal, como si quisiera creer que seguía dentro del vientre de su madre, protegida del exterior e indiferente a todo lo que no fuera su dulce voz.
Empezó a acariciarse la tripa imaginando que su madre le pedía casi susurrando que dejara de darle pataditas, que durmiera tranquila en su vientre, que ella la cuidaría para que al ver la otra luz meses más tarde nada le hiciera daño. Ya casi dormida, un soplo de viento le erizó la piel y se acurrucó inconscientemente entre los cojines. “Descansa, mi niña” le repetía su madre, ya duérmete…
Al despertar, abrió con miedo los ojos. Miró de soslayo a su alrededor y comprendió que nada había pasado, que el exterior ya la había jodido bien, y que su madre no vendría para arroparla. Aquella maldita siesta no había hecho sino acentuarlo todo aun más: ni su madre ni él estaban allí, solo un par de asquerosos mails.
Pasa se va se pierde
no se detiene
fluye
mana incansablemente
se escapa de las manos
corre vuela a su fin
se desliza
se apaga
se aniquila
se extingue
se deshace
se acaba.
Miradme aquí,
clavada en una silla,
escribiendo una carta a las palomas.
Miradme aquí,
que ahora podéis mirarme,
cantando estoy y me acompaño sola.
Clarividencias me rodean
y sapos hurgan en los rincones,
los amigos huyen porque yo hago ruido
y saben que en mi piel hay un fantasma.
Me alimento de cosas que no como,
echo al correo cartas que no escribo
y dispongo de siglos venideros.
Es sobrenatural que ame las rosas.
Es peligroso el mar si no sé nada,
peligroso el amor si no sé nada.
Me preguntan los hombres con sus ojos,
las madres me preguntan con sus hijos,
los árboles me insisten con sus hojas
y el grito es torrencial
y el trueno es hilo de voz
y me coso las carnes con mi hilo de voz:
¡si no sé nada!
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